
Literaria
La embriaguez lúcida
Y aún más: imagínese poder sustraer la afloración de recuerdos que el alcohol despierta, extirpar la amarga resurrección de los lamentos, suprimir esas memorias que emergen, inoportunas, desde los sótanos de la mente. Conservar únicamente la serenidad, la paz diáfana de la ebriedad, sin el peso de lo que fue ni la sombra de lo que pudo haber sido.